Hace poco escuché esta frase de un gran amigo y emprendedor, le acababa de pitchear mi idea de negocio y le hice algunas referencias de lo que en el mundo de negocios se le esta conociendo como la «Mafia de LINIO” y si no lo has escuchado te invito a que salgas debajo de la piedra en la que vives; en resumidas cuentas, trata de como a partir de los fundadores y algunos ex empleados de linio salieron un montón de startups en América Latina como Kavak, checa esto.
En fin, yo le platicaba que se me hacía increíble como a partir de un ecosistema de trabajo se hayan desprendido tantas empresas chidas y fue cuando el me dijo que eso se llama “estar cerca de la suerte”, realmente no lo comprendía en ese momento, hasta hace una semana.
Resulta que a inicios del año una socia y yo empezamos un emprendimiento, hemos iterado y cambiado mucho a lo largo de estos casi ya 8 meses, y sinceramente le hemos batallado cañon, sin duda es parte del proceso, pero pues también uno tiene compromisos (frase de señor) y a pesar de eso, siempre hemos tratado de mejorar y conectar con gente que haya pasado por lo mismo que nosotros para poder aprender.
Por otro lado, siempre fui muy animado en intentar hasta lo mas loco que se me ocurriera para lograr un resultado, y hace un tiempo conocí a un empresario muy exitoso, me pareció una persona extraordinaria y alguien fuera de lo normalmente conocido, por algún tema nunca logré que su directora de finanzas abriera una cuenta para el banco que yo trabajaba en ese entonces, pero el siempre vio como me esforzaba, le mandaba dulces, le marcaba seguido, le hacia presentaciones de nuevos productos, y muchas cosas más.
Pues resulta, ¿listos para el chisme?, que la semana pasada me marca y me platica que ha seguido de cerca mi carrera profesional y que ha recibido buenos comentarios sobre mí, y yo así de “stop it you” y la llamada no era en vano, nos reunimos y platicamos un buen rato, al cabo de unas horas me confeso que quería contratarme, pero escuchando todas las ideas que le platique, me comento que mejor le gustaría hacerme socio de su nuevo proyecto e invertir en el emprendimiento que empezamos en enero mi socia y yo, y si, como lo supusiste, aquí fue cuando me cayo el “20” ¡Estaba cerca de la suerte!
Y quizá unos dirán, “que suertudo lo conoció por su trabajo” y claro algo hay de eso, sin embargo, el hecho de me marcara y varias personas le hablaran bien de mi me hizo darme cuenta de que la suerte en realidad es eso que cultivas día con día, en tus relaciones, en tu trabajo, en las oportunidades que tomas y en cuando te avientas a hacer cosas fuera de lo común.
Sin duda la suerte te encuentra cuando te preparas, aunque sea un poquito todos los días, y si, le vas a batallar, no es fácil, es llorar 50% del tiempo por que las cosas no salen y llorar el otro 50% del tiempo mientras las cosas van saliendo poco a poco pero no te das cuenta. Ya verás que de repente aparecerá esa oportunidad que parece salida de la nada, que no lo es, es sin lugar a duda porque cultivaste algo, lo cuidaste todos los días y creció.
Volviendo al tema del empresario aún esta en pláticas, les iré chismeando conforme se vaya cerrando el trato, sin embargo lo que buscaba con esta entrada un poco presuntuosa de mi parte era decirte que este es el mensaje para que no te rindas y sigas adelante, date un pequeño abrazo y tomate un break cuando lo necesites, pero nunca dejes de insistir ya que solo así un día estarás ¡CERCA DE LA SUERTE!