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Querido internauta, estos últimos días solamente hemos hablado de lo que está sucediendo a nivel mundial, y ya es tiempo de cambiar un poco el switch; pero no te preocupes, de cualquier modo seguiremos hablando de lo que pasa alrededor del globo.

Esta vez quiero contarte algunos tips para que te hagas un máster ahorrando. En varias ocasiones te he comentado que es importante que tengas un plan para tu dinero, sobre todo para cuando te retires (si no lo has checado, aquí te lo dejo). Ciertamente muchas personas se han acercado conmigo para preguntarme cómo le hago para ahorrar porque, como ya sabrás, es la edad en la que sales de la carrera y empiezas a trabajar, y como ya tienes algo de dinero empiezas a gastarlo todo a lo wey, y cuando va terminando la quincena lo único que te queda son tus vales de despensa y la esperanza de que paguen pronto.

Y no cabe duda que comprar cosas que no necesitas en Amazon puede llegar a ser adictivo, como cuando compraste ese patito de hule que te salía en $50 pero con el envío terminaste pagando $650 y, bueno, después recordaste que no tienes tina de baño; pero si realmente quieres lograr tus metas financieras tienes que aprender a ser disciplinado en el área: si quieres irte de viaje con ese dinero, comprarte un carro, un depa o cualquier cosa que se te ocurra, definitivamente tienes que tomar en serio el tema, y como parte de este compartir quiero darte algunos consejos que yo utilizo para llevar mis finanzas.

Paga inmediatamente lo imprescindible

Vamos a ser muy claros en este punto: de lo primero que tienes que encargarte cada que llegue tu quincena es de lo básico, de lo que necesitas para vivir (esto obviamente no incluye cigarros o alcohol). En cuanto llegue tu quincena tienes que separar o pagar, si es que puedes hacerlo en ese momento, todo lo que tienes que pagar, dígase luz, teléfono, agua, renta (si vives solo), comida, incluso gasolina si es que te mueves mucho en tu coche.

Esto te va permitir dos cosas: la primera, si crees que te queda muy poco después de pagar lo básico, entonces es momento de replantear tu estilo de vida o hacer un plan de ahorro más acercado a la realidad que te permita tener las comodidades que quieres y saber exactamente en qué estás gastando y cuánto, porque te aseguro que todo lo que pagas no lo necesitas; la segunda es que a partir de esto podremos pasar al siguiente punto, que es armar un presupuesto.

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Armar un presupuesto

Seguramente ya has leído sobre esto y acerca de su importancia en algún otro lado, y seguramente también te lo has pasado por el Arco del Triunfo (ahora que Francia va a disputar la final del Mundial); pero, ¿por qué es tan importante? Velo de este modo: cuando vas al doctor no solamente llegas, te toma la presión y te dice que te tomes ciertas pastillas, sino que te pregunta sobre tus antecedentes familiares, tus síntomas, a qué edad realizaste ciertas actividades, si has tenido alguna enfermedad previa parecida, desde cuándo te sientes mal, etc.; esto lo hace para tener una visión todavía más amplia y de fondo de lo que pudieras tener y ser más acertado en su diagnóstico.

De igual manera nosotros tenemos que plantearnos una serie de preguntas: saber de cuánto dinero disponemos, cuánto gastamos y a dónde queremos llegar. Esto nos va a permitir cumplir nuestras metas y sobre todo saber en qué área no estamos siendo efectivos con nuestro dinero para poder corregirlo.

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Ahorra el 10% de lo que ganas

En cuanto llegue tu quincena te recomiendo que apartes el 10% (esto debes incluirlo en tu presupuesto), este dinero no lo vas a tocar por nada del mundo; hay muchas maneras en que puedes ponerlo «lejos» para que por ningún motivo lo gastes, como ponerlo en un cochinito o en una cuenta de ahorro.

¿Y esto por qué? Bueno, es importante ahorrar para que puedas llegar a donde quieras, ya sea tener dinero para un viaje o comprar algo que involucra una cantidad más fuerte de dinero, y Alá no lo quiera pero te aseguro que eso que ahorras quincena con quincena te puede sacar de un apuro, así que siempre es bueno tener un backup en cuanto a tu vida se refiere.

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¡Evita el gasto hormiga!

Te preguntarás qué demonios es el gasto hormiga. El gasto hormiga es tu Starbucks grande, Chai Latte con 2 shots de expreso, tres sobres de Splenda y, eso sí, con poquita crema batida que te tomas todos los días. Y vamos, no hay nada malo en darte un antojito; sin embargo, si cuentas al año cuánto estás gastando en este tipo de cosas, como las galletas en la maquinita de la chamba, comprarte un dulcecito saliendo, ir en lunes con tus cuates a cenar, al jueves a los tacos, los chocolates que compras en la fila del súper o el panini porque se te olvidó desayunar, te darás cuenta que estás gastando mucho en cosas que no necesitas y que puedes sustituirlas por otras (o presupuestarlas); vamos, a lo que voy es que ese dinero bien lo podrías utilizar en algo de más provecho.

Puedes empezar por reducir las veces que compras esas cosas a la semana; incluso si te propones comprar tu Starbucks sólo un día a la semana te sabrá todavía mejor, ya que pudiste esperar para premiarte (además de que no engordas tanto).

¡NO GASTES LO QUE NO TIENES!

Sé que voy a sonar como un señor, pero de verdad no necesitas tantas comodidades para estar bien. Entiendo que puede ser frustrante en ocasiones querer hacer algo y no poder por cuestión de dinero, o ver a tus amigos que van a cenar diario o de viaje y tú no puedes ir por lo mismo; sin embargo, te aseguro que cuando trabajas por tus metas y sabes esperar, el día que puedes hacer eso que tanto querías es todavía mejor el sentimiento y el aire de victoria.

Hoy en día es muy fácil estirar la mano y dar la tarjeta de crédito pero, ¡cuidado!, que como su nombre lo dice ¡es crédito!, es decir, no te pertenece, y el error que a menudo cometemos es pagar con la tarjeta cuando nos quedamos sin cash. Es muy sencillo salir a cenar o comprarnos algo que nos gustó y pagar con crédito, pero es un error garrafal, no sólo porque seguramente vas a terminar debiendo hasta tu casa con todos los intereses que te cargan, sino porque también cuando hagas tu presupuesto todos tus ahorros eventualmente van a terminar pagando tus deudas, y ahí sí no vas a poder darte ningún gustito.

Te recomiendo que el crédito lo utilices en tres ocasiones:

  1. Para invertir, esto es, cuando sabes que ese dinero regresará a ti con intereses.
  2. Para hacer historial, lo que significa que lo que tienes presupuestado lo vas a pagar con tarjeta, pero como lo tienes dentro de tu presupuesto es seguro que lo podrás pagar en tiempo.
  3. Para una emergencia, aunque no te lo aconsejo mucho; nunca falta un percance que podamos atender al momento por tener crédito, pero debes contemplar que hay que pagarlo lo más pronto posible.

En fin, espero que estos consejos te sean de utilidad; si tienes alguna duda o crees que te puedo ayudar en algo no dudes en escribirme.

¡Soy el Jefe Marcos y de nada!

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